Se terminó la edición 22 del festival de Rock más grande del país, el #cosquínrock2022.

Luego de la primera edición virtual e interactiva de agosto 2021 ó 21 edición, lo cierto es que la última tirada presencial fue la número 20, que llegó totalmente desemejante a su nombre de cuna, “Cosquín Rock” , por dar algunas razones: el asignarle el #escenarioSur al género Urbano, el ¡Gran Hip Hop Argentino!, que están marcando su huella en América Latina y el Caribe, también Dj’s europeos y muuucho Pop; despojando así por completo al Heavy Metal , poseedor de dicho escenario por mucho tiempo. Sin ofender “huestes metaleras”, igual siguen teniendo su espacio en la carpa del Heavy Metal en CosquínRock.

Muy emotiva, por cierto, aquella edición 2020 por tantos recuerdos de las dos décadas anteriores manifestados por artistas y por el mismo José Palazzo, quien compartió sus anécdotas; fueron dos jornadas nubladas con algunos chubascos las de aquel febrero ,como tantísimas fechas en un Cosquín Rock.

Sin embargo esta edición 2022 tuvo mucho sol y a La Mona Giménez.


El exponente de nuestro cuarteto, el “Carlitos” de Córdoba, cerrando el escenario Norte, dejó definitivamente en claro que ya no se trata de un festival de Rock, como su nombre lo indica, sino, irreversiblemente, de un festival con todos los géneros presentes. TODOS.


A.C.R.U. Exponencial Rapero Argentino
Fue muy notoria la mixtura con el rock que mostraron los géneros urbanos, sobre todo el Rap, la cumbia y el cuarteto, implementando desde instrumentos, sonido, hasta vestimenta y frases ligadas al rock and roll. Así mismo Fito, por su lado, rapeó en A rodar mí vida “…-yo puedo vivir sin vos yo quiero vivir con vos…“agregó.



Concurrencia desde todo el país y también de Uruguay, Paraguay, Bolivia y Chile.


Más allá de todas las lindas historias y anécdotas que dejaron las interminables caminatas de los asistentes, también hay que destacar el desagrado que se vivió al momento del retiro de tickets adquiridos en la web, dado la extensa cola por momentos de más de 300 mts, retrasando el ingreso al predio de los concurrentes. Causó pena y bronca para muchos no poder ver al artista por el cual pagó la entrada.

Será una de las tantas enseñanzas que nos deja el festival la de asistir con mucha antelación para el retiro de entradas e ingreso al predio para así no vivir nuevamente tales bajones. Es que el festival por toda su parafernalia artística, de sponsors, Merch y gastronómica invita al ingreso desde la hora cero.

Verdaderamente es un parque de diversiones con un toque de shopping y música en vivo full time dado sus stands de sponsors con premios y juegos, Merch con infinidad de artículos, peluquería, Tattoo, Mercado Pop con carpas y food truck con gastronomía para todos los gustos, y sus 9 escenarios producto de la música de fondo en cualquier sitio.
Dos semanas se necesitan para componer con los máximos recados de seguridad y comodidad la estructura edilicia del festival, y otras dos para su despojo del predio del Aeródromo Santa María de Punilla.
Campo con sectores de comida, descanso, vista y relax, Fanátic Rock y estacionamiento VIP con salida independiente al ingreso y egreso peatonal, estacionamiento de artistas y camiones de sonido, Patio de artistas y Camarines con AC, Sector Prensa, logística. En fin, el despliegue para que todo suceda es impresionante. El staff completo para armado y realización implica labor de 4500 personas.
Bandas emergentes
Me gusta hablar de las bandas emergentes que pisan los escenarios mayores por primera vez ganándose su lugar básicamente por haber alcanzado el umbral requirente por José Palazzo y su equipo, producto claro de su audiencia medida por las plataformas digitales donde se consumen sus obras con vistas y escuchas que van desde los 250 mil a 4 millones; y por los shows con asistencia, -y ésto es una estadística personal- de al menos 1200 personas por show. Son cifras que al parecer son claves para un artista que aspira a viajar al Valle de Punilla y subirse a los escenarios Norte y Sur de un #CosquínRock, donde también existe el espacio para bandas emergentes de Córdoba.


Inazulina (Dark-New Metal Argentino que canta en inglés), Sueño de Pescado (Banda barrial de La Plata), que saltó del escenario Parador de las afueras del ingreso de años atrás al escenario Norte con excelente aceptación y audiencia a las 15:20hs, y Cruzando el Charco (Banda Pop de la Plata) son las nuevas bandas que mantienen y aseguran el futuro de la música.

Los géneros Urbano, cumbia, cuarteto y hip hop llegaron para quedarse ¿son ajenos para Cosquín Rock? si se lo considera teniendo en cuenta su nombre claro que sí. En cambio, si se entiende como la evolución de una cultura que brinda el espacio que la mujer reclamó,
y estimula la confluencia de público sin lugar a prejuicios como: Cheto, Careta, comercial, Heavy, Emo, rock blandito pa pa pa …, y toda esa sarta de términos por las que ha transitado el rock y la sociedad en general, no son ajenos para nada; todo lo contrario, dichos géneros ya son parte de este festival. Dicho ésto aprovecho para dirigirme a representantes de los géneros aterrizados recientemente en Santa María, como Trueno, Wos, ó ACRU: ya no les hace falta pedir permiso, como quién viene de otro pozo, o dar explicaciones al respecto. ¡sepan que están en Cosquín Rock porque el festival, en todas sus dimensiones, los necesita!
Y llegaba la noche con brisas y rocío que hicieron descender la temperatura a 8°C ¡ Ta fresco pa’ chomba!
Los buzos con capucha se agotaron en muchos talles pronto.
Hubo ciertos picos de demanda de hamburguesas en los bares al punto de que a algunos les tocaban las mismas pero vegetarianas – ¿sin querer queriendo?- dando lugar a quejas. También otro motivo de discordias con personal de seguridad fue el hecho de que había que hacer cola para retirar con tickets de gastronomía ya comprados de antemano, por lo que hacer una cola súper larga para retirar y que no haya disponibilidad al momento del turno, ocasionó disgustos menores, ya que la solución en tal caso fue cambiar de menú.
Un grato momento se vivió en el crepúsculo sobre el escenario Sur de la mano de Fito Páez cuando ordenó apagar las pantallas laterales y, acto fallido de por medio, pidió prender los encendedores, al momento que los celulares activaron sus cámaras… No le quedó más remedio que decir – ¡iluminemos el valle con los celus! Y los encendedores hicieron lo propio.

Como medio comprometido con el planeta y el ambiente nos vemos identificados con el pedido de Ricardo Mollo de cuidar el agua y las montañas: “… Asi como el 38 dice: en el oeste está el agite. Parece que ahora en el oeste está el problema en este país, que es tener tantos recursos naturales… vienen, barren, nos sacán todas las montañas, arruinan el agua y nosotros nos quedamos viviendo acá…”
Precisamente en el valle de Punilla vivimos con la amenaza constante de mega proyectos inmobiliarios y autopistas que podrían atravesar bosque nativo poniendo en jaque la naturaleza y los recursos.
Aquí el audio:

Sin mucho mas que agregar desde nuestro lugar, deseamos que sigan los lindos recuerdos y aguantes en torno al Festival polifacético más importante del país autoproclamado CosquínRock.
Agradecimientos y menciones:
Radio del Monte de Raíz














