La ‘rajita’ se llama vulva, solo tú decides si dar un beso y otros mensajes sobre el cuerpo en forma de cuento infantil
Lucía Serrano en Tu cuerpo es tuyo, con ayuda y asesoramiento de especialistas, habla de sexualidad y de prevención de abusos a los niños y niñas con un lenguaje sencillo y directo. Un libro imprescindible.
Tu cuerpo es tuyo es el álbum ilustrado que habla a los niños y a las niñas sobre las zonas intimas. Trata de enseñarles a decir que no, explica sobre los permisos y los secretos malos (aquellos que nos hacen daño y hay que contar) y aborda de manera gráfica (y simple) unos principios para prevenir abusos sexuales. Para la ilustradora tan importante es ponerle palabras a las partes del cuerpo, como darle palabras y espacios a las criaturas para que se sientan seguras de experimentar. Y que a su vez conozcan el consentimiento y permitir (o no) el contacto físico con terceros.
La psicóloga Gema Castaño es una de las profesionales que ha asesorado Tu cuerpo es tuyo, asegura que los niños empiezan a tener conciencia de sus cuerpos sobre los dos años, que “es cuando empiezan a nombrarse a sí mismos dado que antes no hacen diferencia entre el otro y uno mismo”. Cuando se nombran nace la conciencia de su cuerpo, y con esta llega la experimentación y el descubrimiento físico de lo que les gusta y lo que no.
“Es muy importante que los padres trabajemos sobre el respeto a las partes privadas de las personas”, asegura la psicóloga, que recomienda que a partir de los tres sean ellos los que “cuiden” esas zonas. Con naturalidad hay que enseñarles a lavarse para que solo ellos puedan tocarse y contarles que pueden explorarse. “Los padres tenemos que aprender a respetar las partes privadas y el espacio de los niños, y por supuesto no obligarles a dar besos y abrazos. Es una forma de enseñarles a decir no”, cuenta Castaño. Obligándolos o incitándolos a dar besos y abrazos estamos generando “una cierta sumisión y que realmente no escuchen qué están necesitando ellos sino respondiendo a un deseo de un adulto”.
En Tu cuerpo es tuyo la autora habla sobre los secretos. “El abusador se sirve de secretitos y de una supuesta complicidad con el niño. Así que es importante que sepan que si hay un secreto que les incomoda y les hace sentir mal no es un secreto que guardar, sino que hay que buscar a un adulto para contárselo”, cuenta Gema Castaño. Para Castaño y para la ilustradora Lucía Serrano es primordial generar un espacio de confianza para que se sientan cómodos y hablen. Y si las sospechas son ciertas, pedir ayuda profesional lo antes posible. “La rajita se llama vulva. Y tu cuerpo solo es tuyo”, dice Serrano que es nuevo mantra en casa.
Texto completo y fuente de información El Diario.es