Hasta ahora sólo el sorbete de plástico fue descartado en su circulación, las botellas y bolsas siguen vigentes. ¿Hasta cuándo?
El plástico no se degrada como el cartón. Un artículo de plástico tarda cientos de años en descomponerse, mientras que los descartables de cartón lo hacen en sólo días, dependiendo de factores climáticos.
Tomemos el ejemplo de los sorbetes para beber y las bolsas que nos dan en tiendas cuando realizamos nuestras compras diarias.
Por suerte, los sorbetes de cartón ya son una realidad, pero sólo en algunos restaurantes y negocios. Algunos la implementan como estrategia para mejorar su imagen empresarial (dada la creciente campaña pública); y también, por un compromiso honesto con el cuidado del medioambiente.

En cuanto a su rendimiento, bueno, si te tomás demasiado tiempo para beber tu refresco, o sos de los que muerden el extremo, puede que tu sorbete de cartón se debilite y tengas que apartarlo de tu vaso o botella para seguir bebiendo sin él, lo cual convengamos que no es nada del otro mundo, es sólo cuestión de tiempo y costumbre. En la ciudad de Cosquín y aledañas ya no entregan sorbetes en kioscos pero sí se consiguen en papeleras para fiestas de cumpleaños. Los vasitos tienen pista libre.
Cada pequeña acción que hacemos para cuidar el planeta suma.
Municipios al respecto:
Muchos municipios ya han decretado ordenanzas que prohíben el expendio de sorbetes y bolsas de plástico en kioscos, almacenes y supermercados, aunque la decisión de dar bolsas para las compras se lleva adelante según el criterio de cada comercio. Así mismo en Cosquín por ejemplo, hay comercios que no entregan bolsas plásticas; otros que sí, pero con un costo por bolsa de 2 a 5 pesos, también ofrecen bolsas reutilizables por un valor cercano a los 100 pesos, y algunos almacenes siguen aun entregando bolsas plásticas a sus clientes. El municipio de Cosquín lleva adelante un programa de reciclaje dónde cada vecino puede llevar sus residuos reciclables y a cambio recibe un plantín y hasta una compostera. Está claro que no sólo basta con decretar ordenanzas, hay que hacer un seguimiento para verificar que se cumplan, poner a disposición cestos para el reciclaje en puntos estratégicos de la ciudad y buscar alternativas que reemplacen los basurales a cielo abierto, entre otras cosas.
Botellas:
Muchas comunidades ecologistas a lo largo del país vienen utilizando botellas de plástico o vidrio y tetra pack para la construcción de sus viviendas o anexos. La casa de las botellas en Puerto Iguazú, motiva su utilidad.

Los municipios tienen el deber de dar el ejemplo y llevar adelante campañas por la recuperación del ecosistema. Ese es el caso, cuando acudiendo al ingenio y la habilidad de artistas locales, se ornamentan plazas y avenidas, en vísperas de Navidad por ejemplo, con creaciones hechas con botellas de plástico.
Así lo hizo la administración de Puerto Iguazú embelleciendo la ciudad con pinos de colores, cajas de regalos y arreglos florales hechos con botellas de plástico pintadas.
Las empresas de bebidas sólo aportaron, hace unos años, el uso de menos plástico en sus envases y tapas. Lo cierto es que no dieron el brazo a torcer ante los gobiernos. Veremos cómo sigue la ley de envases.
La reutilización es una buena opción pero el reemplazo definitivo es aún mejor.
Por Hernán Borghi.






